Cómo se calcula el interés simple en un préstamo

pantalla de ordenador con datos sobre tipos de interés simples de préstamos. Calculadora y documentos.

En el artículo anterior vimos qué es el interés y por qué expresarlo en forma de porcentaje es lo más adecuado y conveniente. Este es el segundo artículo de una serie pensada para ayudarte a entender, paso a paso, cómo funciona una hipoteca. Hoy vamos a explicar cómo se calcula el interés simple en un préstamo. Más adelante veremos que el tipo de interés que se aplica habitualmente en las hipotecas es el compuesto, pero este primer paso es clave para empezar a comprender cómo se establecen los pagos.

¿Qué es el interés simple?

El interés simple es una forma básica de calcular cuánto vas a pagar por pedir prestado dinero, sin tener en cuenta que los intereses se acumulen o se reinviertan. Es decir, se calcula siempre sobre el capital inicial, sin añadir los intereses ya generados.

La fórmula es sencilla:

Interés = Capital × Tasa × Tiempo

Donde:

  • Capital es el dinero que te prestan (por ejemplo, 100.000 €).
  • Tasa es el tipo de interés en forma decimal (por ejemplo, un 5% sería 0,05).
  • Tiempo es el número de años que mantienes el préstamo.

Pero más allá de memorizar la fórmula, vamos a construirla paso a paso, para entenderla bien.

¿De dónde sale la fórmula?

El interés simple en un préstamo significa que el dinero que ganas cada año siempre se calcula sobre la cantidad original que prestaste, sin sumar los intereses que ya ganaste antes.

Por ejemplo, si prestas 100 € con un interés del 5% al año, cada año ganarás 5 € (que es el 5% de 100 €), sin importar cuánto tiempo pase. No se añade ese interés ganado al capital para calcular más intereses, siempre se calcula sobre los 100 € iniciales.

Paso 1: Capital al final del primer año

Al acabar el primer año, el capital que tienes es la suma del capital inicial más el interés ganado durante ese año.

Se calcula así:

C₁ = C₀ + C₀ × i = C₀ × (1 + i)

Donde:

  • C₀ es el capital inicial (por ejemplo, 100 €).
  • i es la tasa de interés anual en forma decimal (por ejemplo, 0,05 para el 5%).

Ejemplo:
Si prestas 100 € al 5% anual, al final del primer año tendrás:

C₁ = 100 × (1 + 0,05) = 100 × 1,05 = 105 €

Paso 2: Capital al final del segundo año

Para el segundo año, como el interés es simple, calculamos nuevamente el interés sobre el capital inicial, no sobre el capital acumulado.

Entonces:

C₂ = C₁ + C₀ × i = C₀ × (1 + i) + C₀ × i = C₀ × (1 + 2i)

Ejemplo:
Siguiendo con el ejemplo:

C₂ = 100 × (1 + 2 × 0,05) = 100 × 1,10 = 110 €

Paso 3: Capital al final del tercer año

De la misma forma, para el tercer año:

C₃ = C₂ + C₀ × i = C₀ × (1 + 2i) + C₀ × i = C₀ × (1 + 3i)

Ejemplo:

C₃ = 100 × (1 + 3 × 0,05) = 100 × 1,15 = 115 €

¿Cómo calcular el interés total ganado?

El interés total ganado después de t años es la diferencia entre el capital final y el capital inicial:

Interés = C_t – C₀

Por ejemplo, después de 3 años:

Interés = 115 – 100 = 15 €

Recordando que:

C₃ = C₀ × (1 + 3i)

Entonces, sustituyendo en la fórmula del interés:

Interés = C₀ × (1 + 3i) – C₀ = C₀ + 3iC₀ – C₀ = 3iC₀

Generalizando para cualquier número de años t:

Interés = C₀ × i × t

Así llegamos a la fórmula del interés simple que usamos habitualmente.

Pongamos un ejemplo realista

Imagina que pides prestados 100.000 € al 3% anual durante 4 años.

Usamos la fórmula:

Interés = 100.000 × 0,03 × 4 = 12.000 €

Eso quiere decir que, durante esos cuatro años, pagarás 12.000 € en intereses. En total devolverás 112.000 €, de los cuales 100.000 son el capital y 12.000 son intereses.

¿Por qué es útil entender el interés simple en un préstamo?

Aunque las hipotecas no usan interés simple, sino interés compuesto (donde los intereses se acumulan cada mes o año), empezar por el interés simple te permite:

  • Comprender mejor cómo funciona una tasa de interés.
  • Ver con claridad cómo influye el paso del tiempo en lo que pagarás.
  • Dar el primer paso para entender cómo se calculan realmente las cuotas de una hipoteca.
  • Identificar más fácilmente si un préstamo es caro o una oferta es justa.
  • Detectar cuándo un banco usa términos confusos para ocultar el coste real.

Además, el interés simple sí se utiliza en algunos préstamos personales, deudas entre particulares o productos de inversión a corto plazo.

En el próximo artículo hablaremos del interés compuesto, que es el que de verdad aplican los bancos cuando calculan tus cuotas mensuales. Verás que es un poco más complejo, pero mucho más realista si estás pensando en pedir una hipoteca.

¿Quieres saber más? En este enlace al Banco de España encontrarás explicaciones y ejemplos prácticos sobre cómo funcionan los tipos de interés.

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